"Según la filosofía antigua, la verdad es lo que se halla oculto tras el velo de la apariencia. Y por eso no me fío. No me fío, de teorías envueltas en papel de celofán. De argumentos convincentes pero intolerables. Y sin dudar digo no, digo que no me lo creo. Y lo siento, pero la verdad, es el único alimento tolerable, al menos para mí. ¿Qué fue de la verdad? ¿Por qué se ha convertido en algo raro, en algo tan caro? ¡¡Por dios, detesto la mentira!! Una, dos, tres mentiras, para desayunar, almorzar y cenar, y se extiende, se va imponiendo, y el panorama es un lodazal, una mancha fea y pringosa que se adueña del paisaje. Dicen que mentir es una forma de instinto de supervivencia, pero ¿qué ocurre cuando de tanto repetir una mentira la confundimos con la verdad? ¿Y si la verdad, tu verdad la ridiculizan y la realzan disfrazándola de mentira?
Sólo hay un arma para no confundirse en el mar de la mentira: no bajar la cabeza, mirar a los ojos que nos mienten y gritarles con nuestra mirada que no nos gustan sus mentiras".
GELES HORNEDO
- Periodista -
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