lunes, 17 de septiembre de 2012

INSTANTES (VIII)

"Dejar huella no es mancharse con tinta y plasmar nuestros dedazos sobre los demás; no. Dejar huella es romper los moldes establecidos y que nos recuerden como un aire fresco y sútil. La elegancia del ser no consiste en hacerse notar ni impactar, ni cantar las cuarenta, ni arrancar súplicas de amor en los demás. No, no. Es otra cosa: un gesto, una palabra, una risa. Ese es el rastro que podemos dejar, si nos molestamos en ser un pelín más sublimes.
Nadie, ni nuestro peor enemigo es tan poderoso como cree. Mejor es parecer simple y alejarse, dejar tras de nuestros pasos sólo silencio cuando las palabras que saldrían de nuestra boca sólo podrían ser puñales. ¿Herir a quien te hiere? ¿para qué? Es mejor subir un peldaño en la escalera de la inteligencia y seguir tu camino. Sonreír con las manos, con los ojos, adelgazar las tragedias, agigantar las bocanadas de risa. Vivir es un ir rompiéndose a cachitos y no tenemos derecho a causar dolor. Quiero aprender la prudencia de regar la tierra con mis lágrimas en soledad, antes que depositarlas en manos ajenas".

GELES HORNEDO
- Periodista -

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