DAMAS Y CABALLEROS: JENNIE GARTH

Si juntamos unos ojos que hablan por sí mismos, una nariz perfecta, una boca de cine y una cabellera dorada, tenemos a Jennie Garth, probablemente la actriz más guapa del mundo.
Descubierta por las brillantes manos de Aaron Spelling, productor de las series de ficción más famosas, y al que ya he homenajeado en un post anterior, Jennie es sin duda ejemplo de pulcritud televisiva. A sus cuarenta espléndidos años, esta intérprete nacida en Urbana (Illinois), y criada en el complicado mundo hollywoodiense, ha hecho de un sueño adolescente una dilatada y exitosa carrera profesional.

Hace veintidós años interpretó por primera vez a Kelly Taylor, protagonista indiscutible de Sensación de Vivir, (Beverly Hills, 90210). Su personaje estuvo una década en antena, evolucionando y creciendo cada día. La serie que le hizo famosa a nivel mundial sacó lo mejor de ella y, por su parte, Garth respondió entregando todo su talento.
Pocas actrices han sabido llevar con tanta dignidad el papel que las convirtió en estrellas. Parece que aprendió muy bien aquello de que “es de bien nacidos ser agradecidos”, puesto que ella nunca se ha arrepentido de ser Kelly Taylor, su otro yo. Admiro a esta mujer que jamás ha renegado de un papel que pudo encasillarla, ya que es consciente, supongo, de todo lo bueno que vino gracias a él.

Y, por supuesto, la fascinación que siento por la actriz se queda corta si hablo de la persona que hay detrás. Jennie hace de cada plano algo elegante, con chispa, magnético. Su sonrisa embauca. Es algo más que una cara bonita.

Destacable y admirable es su otra faceta, la más importante; la que siempre queda, la de madre. Papel del que es y será la gran protagonista. Se nota que adora su vida privada, algo que, en Hollywood en particular y en el mundo del espectáculo en general, suele resultar, por desgracia, extraño. De hecho, se muestra cada día en las redes sociales orgullosa de sus hijas y de la familia que ha creado junto a su ex pareja, el también actor Peter Facinelli. Sin conocerla personalmente, me atrevo a decir que Jennie Garth es sinónimo de lealtad, fidelidad e integridad. Respeta lo que hace y tiene valores.

Garth siempre será mi estrella televisiva favorita. Llevo más de dos décadas siguiéndole y muy de cerca. Veintidós años de admiración y quién sabe las horas que me ha mantenido sentado en el sofá de mi casa viéndole en la pequeña pantalla. Me gusta mucho. Siempre será la intérprete que más me ha entretenido, la actriz a la que más tiempo he dedicado y, por supuesto, ya puedo decir que no habrá otra como ella. No para mí.
Si Elizabeth Taylor tenía los ojos más bellos del cine (y del mundo), Jennie Garth siempre será la poseedora de la mirada más angelical y la sonrisa más bonita que haya pisado nunca un plató de televisión.

Por mi parte, sólo queda decir que puede que esta actriz y madre jamás consiga un Óscar, ni una estrella en el Paseo de la Fama. ¿Y? Muchos actores con Óscar y estrella están faltos del éxito más importante, el personal. Y ahí ella les gana y, además, por goleada. Eso sí, por si sirve de algo, en mi lista de prioridades superficiales, por modesta que sea, Jennie siempre será la primera, la más brillante, la mejor. Mi preferida.

LÁZARO SÁNCHEZ

- Periodista -