viernes, 6 de abril de 2012

INSTANTES (II)

"Nadie tiene patente de corso para ponerse demasiado chulito. La prepotencia como tarjeta de visita está a la orden del día, y, sinceramente, provoca cierta nausea. Ser muy rico, muy guapo o muy poderoso suele ir unido a ser un perfecto gilipollas y lo peor es que muchas personas se prestan al halago y servilismo ante esos seres. 
No, por higiene mental hay que mantener la dignidad. Y ser digno es no prestarse a ser ni bastón ni escalón ni sombra de nadie".

GELES HORNEDO
- Periodista -

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