ESAS PEQUEÑAS COSAS: ¡VOY A SER MAMÁ!

Las mujeres que lo han vivido coinciden en describir el período del embarazo como la mayor experiencia de sus vidas. Yo, que aunque sigo siendo pequeño, poco a poco me voy haciendo mayor, lo vivo de cerca por primera vez. Pablo y Tere, una de mis mejores amigas, esperan con entusiasmo a Paula, que llegará en mayo. Es preciosa esa sensación de querer a alguien antes de conocerle. Y eso es lo que nos ocurre a todos con ella.
Hace unas semanas, le pedí a Tere que escribiera un artículo en el que contase cómo se siente. Y ella, que es muy generosa, me ha regalado este texto sencillo, pero precioso, que hoy comparto (compartimos) con todos vosotros. Estoy seguro de que cuando crezca, Paula no podrá evitar emocionarse al leer cómo se sentía su mamá. Os dejo con ella:  

El crecimiento de una nueva vida es un verdadero acontecimiento ¡Vaya, que sí lo es! 

Entre las situaciones intensas en las que nos podemos encontrar las mujeres, la más apasionada es, sin duda, la de ser mamá y descubrir sensaciones tan variopintas durante las 40 semanas de embarazo, y es que 280 días dan mucho de sí... ¿Tendré nauseas?, ¿saldrá todo bien?, ¿qué le pregunto a la ginecóloga?, ¿estos pechos son normales?, ¿será cierto que me volveré arisca con mi marido Pablo?, ¿ha sido el bebé quién me ha dado una patadita? Un sinfín de emociones que bien podrían dar lugar al tema de una falla… tendré que hablar con el “artista faller” Santaeulalia. 

Un día soleado paseando por la playa, charlando de todo un poco con mi marido, nos planteamos que queríamos formar una familia, aunque eso conllevara escuchar reiteradamente el discurso del mundo mundial: “¡No sabes cuánto te cambiará la vida!” y bla, bla, bla y me pregunto si será bueno o malo, ¿significa que ya no podré whatsappear, ni conectarme a Facebook, ni mandar un tweet ni distraerme con el iPad? ¡Oh, my God! ¿Me queréis decir que mis aptitudes periodísticas desaparecerán o que no seguiré estudiando publicidad?, ¿no podré tener una agenda completita de esas que me gustan a mí?... no acabo de verlo claro. Hay que ser realista, seremos tres en casa, bueno o cinco, siete, nueve… porque tanto papis, suegris, ti@s y amig@s nos invadirán constantemente la casa para ver a Paula. Así se va a llamar nuestra hija, difícil elección el del nombre pero con empeño todo se supera, y hasta logramos consenso ;). 

Me encuentro en la semana 33 del embarazo y hasta ahora he seguido cumpliendo con todas mis tareas rutinarias y más que me he buscado.., es que no puedo parar!. Lo que sí he cambiado es el tipo de lectura, ahora leo libros sobre el embarazo, bebés, consejos y más consejos… aunque, la verdad, mucho caso no he hecho, ni creo que haga porque cada cuerpo está hecho de un molde y si no que se lo pregunten a la Duquesa de Alba, ¡que menudo trajín ha llevado!

No hay ningún misterio para llevar un buen embarazo, lo importante es sentirse bien con una misma y con los tuy@s y así me estoy sintiendo, me da la risa cuando me imagino la figura que voy luciendo por ahí (ya me entendéis, barriga por delante) o cuando entro a una tienda y me sigo probando ropa de mi talla ¿dónde vas Tere?... anécdotas de esas hay centenares, pero me las reservo para mí. Y del chocolate, mejor no hablamos. 

Cuando decidimos formar una familia actué como toda mujer, llamé a mi ginecóloga para pedirle cita y así le comentaría que había decidido ‘buscar’ un bebé, no sé si esperaba que me diera la fórmula mágica, pero el caso es que la llamé y después de nuestro estupendo viaje a Perú nos veríamos. Y así sucedió, solo que Paula, ya con 8 semanas y sin saberlo, también viajó con nosotros y visitó Machu Picchu, Cuzco y todas las maravillas del país. 

¡Fue emocionante escuchar por primera vez el latido de Paula! Tengo muchas ganas de que Paula y yo nos veamos las caras, y pensar que estamos a solo un par de centímetros me pone el vello de punta, es increíble el vínculo que se desarrolla entre madre e hija, las conversaciones que mantenemos, las caricias… pero sobre todo, quiero verla abrazada a su padre (es lo que más deseo en estos momentos), también a su prima Laia, a sus abuelos y a sus tí@s postizos y no postizos porque ya la adoran. Así pues, espero que le den muchos prim@s y amig@s y que podamos conservar una magnífica relación familiar y de amistad. 

Sentir que yo voy a ser madre me ha hecho reflexionar sobre mi madre. Si antes la entendía, ahora la adoro, si antes la quería ahora daría mi vida por ella. Creo que tod@s deberíamos reflexionar sobre nuestras madres, son el pilar básico en nuestras vidas, y quien no se dé cuenta de esto se está perdiendo este sentimiento tan especial llamado: AMOR DE MADRE. 

Espero poder contaros pronto la traca final!

TERESA DOMENECH

- Periodista y mamá de Paula -