Antena 3 pone. Ese sería el primer gran titular a la hora de repasar 2011. La cadena del Grupo Planeta, tras años erráticos búscando el favor de la audiencia, parece haber encontrado el camino correcto. Por fin comprendieron sus directivos que era inútil intentar competir con Tele 5 usando sus mismas armas (a saber: realitys, programas de corazón...). Su estrategia, con paso firme pero prudente, ha sido apostar por concursos blancos, series de alto presupuesto y la eliminación de espacios polémicos. Así, decían adiós los clásicos El diario y DEC, tras diez y ocho años en parrilla respectivamente (habría que ver si se los hubiesen cargado si su share no hubiera descendido alarmantemente). Y llegaban propuestas por las que pocos daban un duro, que sin embargo contaron con el favor del espectador: Atrapa un millón, El secreto de Puente Viejo, Ahora Caigo, Tu cara me suena, El barco, Gran Hotel... Eso, unido a una política de aglutinar rostros amables (Vicente Vallés, Pablo Motos, Florentino Fernández, Manel Fuentes, Arturo Valls...), ha ayudado a la emisora a blanquear su imagen, a aumentar su share y a "venderse" como una empresa dirigida a un público familiar. Su anunciada fusión hace unos días con La Sexta (quizá sea más correcto hablar de absorción), a buen seguro contribuirá a resaltar esa estrategia.
Una de las grandes sorpresas del año fue el estrepitoso fracaso de la tan promocionada nueva edición de
Operación Triunfo, conducida por Pilar Rubio. Ante los pobres resultados de audiencia,
Tele 5 tomó la decisión de adelantar su final, cuando sólo se había emitido cinco galas. Como consecuencia de esto, muchos responsabilizaron a la presentadora, por su falta de frescura; y otros a la productora, por el pobre casting de aspirantes a cantantes. Triste adiós para un fenómeno social que este otoño celebró su décimo aniversario.
Con la cancelación de
OT y la discreta última edición de
Gran Hermano, parecía que la era de los realitys entraba en declive. Sin embargo, y contra todo pronóstico,
Tele 5 rompió los audímetros con
Supervivientes. El cambio de presentador (Jorge Javier Vázquez sustituyendo a Jesús Vázquez), y un casting potente revitalizaron un formato que había perdido fuelle por repetitivo. Casi un 40 % de espectadores siguieron la victoria de Rosa Benito tras tres meses de sufrimiento acompañada por personajes como Sonia Monroy, Kiko Rivera o Tony Genil. Para el recuerdo catódico quedan la presencia de Isabel Pantoja para recibir a su "pequeño del alma" y el tenso enfrentamiento entre el conductor y Aída Nízar. Nunca un "hija de puta" llenó tantos minutos de televisión. Meses después, la cadena intentó repetir esas cifras con
Acorralados, una versión rural que, aunque funcionó, no tuvo la misma repercusión.
Aunque no eran precisamente recién llegados al medio, 2011 significó el reconocimiento para dos valientes profesionales: Ana Pastor y Jordi Évole. Ella, presentadora de
Los desayunos de TVE, se encarga cada mañana de preguntar y, lo que es más importante, repreguntar a políticos acostumbrados a que nadie les ponga contra las cuerdas. En marzo, muy comentado fue su tenso cara a cara con el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, con anécdota incluída protagonizada por el "resbaladizo" velo que cubría el cabello de la entrevistadora. Y, aunque le llovieron muchas críticas desde las filas del PP por su espíritu combativo, lo cierto es que se ha ganado a pulso el calificativo de periodista valiente y responsable.
Évole utiliza otras armas. Ante todo se vale de su naturalidad. No tiene miedo a lanzar preguntas incómodas y a mostrar un espíritu crítico. Ni se ríe ni le niega la palabra a nadie, quizá porque piensa que para comprender una realidad es conveniente analizarla desde los distintos ángulos. Su
Sálvados, en
La Sexta, nos ha hecho pensar, nos ha enseñado otros puntos de vista y, en algunos casos, ha destapado actitudes intolerables. Y lo ha hecho sin músicas de tensión ni cámaras ocultas. Un programa tan humilde como necesario.

El año en que desapareció la edición en papel de la revista
SuperPop, su gran estrella habría sido sin duda el madrileño Mario Casas. Su sonrisa pícara, su actitud de chulito con corazón y, sobre todo, su torso trabajado ha enamorado a millones de espectadores tanto en la pantalla grande como en la pequeña. De hecho, buena parte del éxito de
El barco, serie de intriga de
Antena 3, se debe a su tirón entre gente de todas las edades. Él asume su papel y no tiene ningún problema en quitarse la camiseta siempre que el guión lo requiera, que en el caso de la producción de
Globomedia es bastante habitual, para alegría de sus fans.
Raquel Sánchez Silva ha sido otro de los descubrimientos de la temporada. A pesar de tener una experiencia sólida y demostrable, el gran público la conoció al copresentar desde Honduras
Supervivientes. Su buen hacer no pasó desapercibido para Paolo Vasile, consejero delegado de
Mediaset España, que cuenta con ella para numerosos proyectos en los próximos meses.
Además de
DEC y
El diario, otros programas se despidieron para siempre:
Física o química,
Gente,
Buenafuente,
Fama a bailar,
España Directo... A destacar, el adiós en mayo de
Sé lo que hicísteis, el mordaz espacio humorístico de sobremesa de
La Sexta que fue desinflándose tras la prohibición de utilizar imágenes de otras emisoras y la marcha de su alma máter, Ángel Martín. Por otra parte, Florentino y sus chicos dejaron de hacer
Tonterías las justas para dedicarse a
Otra movida, Argüiñano cambió su cocina de cadena, y Pablo Motos cogió a Trancas y Barrancas y al resto de su equipo y se los llevó a
Antena 3 para montar
El hormiguero 3.0.
No fue el año de Pilar Rubio. Al fracaso de
OT se sumó, poco después, el de la gran apuesta de ficción de
Tele 5 para el invierno:
Piratas. La serie, protagonizada por Rubio, Silvia Abascal y Óscar Jaenada, fue naufragando capítulo a capítulo sin posibilidad de rescate. Tampoco funcionaron
Homicidios (el estreno televisivo de Eduardo Noriega), la versión española de la mítica sitcom
Cheers, ni
Los Quién, protagonizada por Javier Cámara y María Pujalte. Pero la lista de espacios que nacieron y murieron en estos doce meses es larga:
Ángel o Demonio (que llegó a tener dos temporadas),
El tercero en discordia,
Allá tú,
Vida loca,
Gafapastas,
La reina del sur,
BuenAgente,
Con hache de Eva,
Tienes un minuto,
No le digas a mamá que trabajo en la tele,
Plaza de España,
Parejología 3x2,
Qué quieres que te diga,
Mucho que perder, poco que ganar,
Palomitas,
Frikiliks,
Las noticias de las 2,
El comecocos,
El barco: rumbo a lo desconocido,
La tarde con Marta,
Tarde directo,
Mójate...
Los clásicos siguieron triunfando:
El programa de Ana Rosa,
La ruleta de la suerte,
Gran Reserva,
Cuéntame,
Saber y ganar,
Amar en tiempos revueltos,
Sálvame,
Pasapalabra... Y el héroe
Águila roja incluso trasladó sus aventuras a la gran pantalla. Tras meses de descanso, volvieron con buena salud algunos viejos conocidos:
El club de la comedia, con Eva Hache como maestra de ceremonias;
La que se avecina, sin Antonia San Juan;
Los misterios de Laura, arrasando este verano; y
Tú sí que vales, que acertó con los fichajes de José Luis Moreno, Kiko Rivera, Merche y Risto Mejide como miembros del jurado. También vimos la segunda parte de
La señora, bajo el título de
14 de abril. La república, que
regresará a
La 1 en unas semanas. Pero probablemente la sorpresa de este ejercicio haya sido esa versión siglo XXI de
Lluvia de estrellas, con concursantes famosos y cargada de buen rollo. Santiago Segura, Carolina Ferre, Angy y el resto de participantes nos regalaron actuaciones divertidas cubiertos de toneladas de maquillaje. Ya se está trabajando en una nueva edición.
No sería justo dejar de mencionar a
Gran Hotel, ese
Downton Abbey hispano que arrancó con interesantes datos y se fue desinflando poco a poco. Aún así, gracias a su trabajado guión, su solvente reparto y su impecable factura recibió el favor de crítica y público y tendrá una segunda temporada. A destacar el trabajo de Concha Velasco, Adriana ozores y Yon González. Amaya Salamanca todavía tiene que esforzarse mucho para que le perdonemos lo de Letizia.
Los Telediarios de
TVE dirigidos por Fran Llorente continuaron siendo la opción preferida de los españoles para informarse y, a su vez, recibieron numerosos premios por su calidad e independencia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. También la serie
Crematorio, de
Canal +, centrada en el ámbito de la corrupción urbanística, fue aplaudida por la crítica.
Después de su fusión con
Tele 5,
Cuatro entró en una crisis de identidad y audiencia. A pesar de que en ella recalaron rostros tan potentes como Jesús Vázquez, Tania Llasera, Marta Fernández, Mercedes Milá, Hilario Pino o Roberto Arce, la nueva emisora de
Mediaset ha perdido esa imagen moderna e innovadora de sus inicios y no logra levantar franjas como la tarde, su gran talón de Aquiles.
Tampoco
Tele 5 pasa por su mejor momento tras la polémica desatada por la entrevista de la madre de uno de los implicados en la desaparición y muerte de la joven sevillana Marta del Castillo en
La Noria, y el posterior boicot promovido desde las redes sociales y la retirada de anunciantes del espacio. Se produjo un revuelo mediático que obligó a la cadena a rebajar el tono de algunos de sus programas y a eliminar
Enemigos íntimos y
Resistiré, ¿vale?. Se abría así un debate: ¿deben los internautas y los anunciantes decidir el tipo de televisión que hay que hacer? ¿Puede una emisora privada vivir sin publicidad?

En 2011 ocurrieron otras cosas dignas de mención: Ophra Winfrey, la Ana Rosa Quintana americana, despidió su programa tras 25 años en antena; vivimos la expulsión de Charlie Sheen de la sitcom
Dos hombres y medio, y su sustitución por Ashton Kutcher; Carmen Machí regresaba por sorpresa a la comedia
Aída; las grandes series americanas continuaron teniendo enganchado al espectador/internauta español:
Juego de tronos,
The Walking Dead,
American Horror Story...; el polígrafo volvía a ponerse de moda en espacios como
Sálvame Deluxe o
Enemigos Íntimos para descubir si los famosos decían o no la verdad; Pablo Motos recibió duras críticas por la falsa decapitación del cantante Dani Martín; la confesión en directo de la mujer y cómplice de Santiago del Valle, el asesino de la pequeña Mari Luz, en
El programa de AR; el incomprensible intento frustrado de los miembros del Consejo de
RTVE de acceder a la escaleta del
Telediario antes de su emisión; Terelu Campos protagonizó una muy comentada portada de la revista
Interviú, en la que insinuó más que enseñó; Hilario Pino armó revuelo en
Twitter con su nuevo aspecto capilar y Beatriz Montañez se despidió por sorpresa de
El Intermedio, el informativo humorístico que le ha dado la fama.
Gracias a la televisión los espectadores pudieron seguir en directo los actos celebrados con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid, los distintos acontecimientos deportivos (las victorias del Real Madrid en la Copa del Rey, del Barça en multitud de competiciones, del equipo de tenis en la Copa Davis, de Contador en el Giro, de la selección de baloncesto en el Eurobasket...), la boda de la Duquesa de Alba, los juicios de Marta del Castillo y el de la Operación Karlos (con María José Campanario en el banquillo de los acusados), la acampada en la Puerta del Sol de los indignados del movimiento 15-M, el debate electoral entre Rubalcaba y Rajoy antes de las elecciones generales del 20 de noviembre...
En 2011, la pequeña pantalla se vistió de luto para despedir a personajes ligados a ella como Chari Gómez Miranda (la popular doña Adelaida), el compositor Augusto Algueró, los cómicos Juanito Navarro, María Isbert y Florinda Chico, y los actores Paco Maestre, Amparo Muñoz, Jordi Dauder, Carlos Ballesteros (suegro de Emilio Aragón en
Médico de familia), José Conde y María Jesús Valdés. En el exterior, también nos dejaron Peter Falk, quien siempre será recordado por su despistado
Colombo, Andy Whitfield (
Spartacus) y Harry Morgan (
MASH), entre otros.
Aunque es difícil hacer cábalas sobre los nombres y acontecimientos que destacarán en nuestra televisión en 2012, en los últimos meses hemos ido conociendo algunas pistas: entre las grandes propuestas de ficción merecen especial atención la futurista
La Fuga y la histórica
Toledo, con Maxi Iglesias a la cabeza; también las principales cadenas privadas medirán fuerzas buscando nuevos talentos musicales con
The Voice (
Tele 5), y
Número Uno, primer desafío de Paula Vázquez tras su fichaje por el
Grupo Antena 3; Pastora Soler defenderá la candidatura española en el próximo festival de Eurovisión;
Tele 5 pondrá en marcha
Energy, un nuevo canal dirigido al público masculino, y además retransmitirá por primera vez el mundial de motociclismo; Javier Sardá estrenará un nuevo show de entrevistas en
Antena 3, y
Cuatro pondrá prepara una edición vip de
Pekín Exprés...
Está por ver qué medidas tomará el nuevo gobierno de Mariano Rajoy respecto a la gestión de las televisiones públicas, y cómo afectará el cambio de Ejecutivo a los servicios informativos de televisión española (¿cesarán a Fran Lorente? ¿Se atreverán a apartar a Ana Pastor?). Asimismo, existen más interrogantes: ¿conseguirá Tele 5 mejorar su imagen? ¿Funcionará
Gran Hermano 12+1? ¿Continuará
Antena 3 con su línea "blanca" y para todos los públicos? ¿Cómo afectará a
La Sexta su absorción por parte del Grupo Planeta? ¿Será duradero el romance entre
Tele 5 e Isabel Pantoja? Sin duda, sobre todos estos asuntos y muchos más, me tocará hablar en doce meses en esta misma tribuna.
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