Hoy he seleccionado cinco momentos televisivos recientes que, seguramente, muchos conoceréis. Cuando uno se pone delante de una cámara, tiene que ser consciente de que cualquier cosa que ocurra va a tener una enorme trascendencia. Casualmente, los vídeos elegidos corresponden a cuatro mujeres. Dos de ellas son presentadoras de espacios informativos pilladas en pequeños lapsus. Otra se convirtió en protagonista de las noticias por un suceso que, relatado por ella, resulta de lo más cómico. Y, por último, un personaje auténtico y entrañable que se ha convertido en un fenómeno en Internet.
Empezamos con una de mis presentadoras favoritas: Ana Blanco. Muy pocos son los descuidos que ha tenido en las dos décadas que lleva al frente del Telediario de TVE. Pero una mujer con su experiencia se puede permitir relajarse entre noticia y noticia. Eso sí, se pone firme en cuanto se da cuenta de que está en directo. Así nos lo muestra El Gran Wyoming en El Intermedio, de La Sexta. Mirad:
Empezamos con una de mis presentadoras favoritas: Ana Blanco. Muy pocos son los descuidos que ha tenido en las dos décadas que lleva al frente del Telediario de TVE. Pero una mujer con su experiencia se puede permitir relajarse entre noticia y noticia. Eso sí, se pone firme en cuanto se da cuenta de que está en directo. Así nos lo muestra El Gran Wyoming en El Intermedio, de La Sexta. Mirad:
Me encanta la cara que pone cuando se da cuenta de que ha terminado el vídeo. Esa expresión de "¡uy, me han pillado!". Y, a continuación, habla con el mismo tono aséptico, pausado y convincente al que nos tiene acostumbrados. Una profesional ejemplar, a la que le gusta tenerlo todo en su sitio.
La que sí quiso que le tragara la tierra, literalmente, fue Beatriz Pérez Aranda, "conductora" del canal 24 horas de TVE (ahora entenderéis por qué lo entrecomillo), después de este comentario tan... coloquial.
La que sí quiso que le tragara la tierra, literalmente, fue Beatriz Pérez Aranda, "conductora" del canal 24 horas de TVE (ahora entenderéis por qué lo entrecomillo), después de este comentario tan... coloquial.
Si es que parece que de tanto leer el teleprompter, al final una pierde el don de la improvisación. Pero ella lo intenta: la pobre se lo piensa... Quiere decir algo lógico... Y cuando pronuncia la palabra "pepino", me encanta esa bajada de ojos y esa sonrisa como pensando: "Dime que no he dicho pepino, dime que no he dicho pepino". Pero sí, lo dijo. A continuación, desde el control pretenden que rectifique: "Como un cohete, también queríamos decir". Da igual lo que haga. Por mucho que se empeñe, a partir de ese momento, ya siempre será la del pepino.
¿Quién no ha pronunciado últimamente la frase "la he liado parda"? Es una expresión coloquial que se utiliza cuando alguien mete la pata, provoca un caos o sus actos conllevan consecuencias inesperadas. Una frase que nunca habría tenido trascendencia si no fuera por esta joven, socorrista de una piscina privada.
Así explicaba en Antena 3 Noticias el incidente que había provocado involuntariamente en la comunidad de vecinos donde trabajaba. Su cara lo dice todo: "¡la he liado parda!".
Y ahora mi favorita: Pilar, conocida como la rubita del Cabañal. Era una ciudadana anónima hasta que las cámaras del programa Callejeros, de Cuatro, se la encontraron por las calles de Valencia. Con su naturalidad nos conquistó a todos...
Y ahora mi favorita: Pilar, conocida como la rubita del Cabañal. Era una ciudadana anónima hasta que las cámaras del programa Callejeros, de Cuatro, se la encontraron por las calles de Valencia. Con su naturalidad nos conquistó a todos...
Se convirtió en un auténtico fenómeno de masas. De hecho, existen muchos grupos de Facebook dedicados a ella y han surgido imitadores en Youtube. Pero la rubita es inimitable. No sé qué tiene esa mujer para caerle bien a todo el mundo. Debe ser eso que mi amiga Noelia llama gracia natural.
En resumen, cuatro mujeres muy distintas que nos han hecho pasar un buen rato. ¿Qué más se le puede pedir a la televisión?
En resumen, cuatro mujeres muy distintas que nos han hecho pasar un buen rato. ¿Qué más se le puede pedir a la televisión?
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