"Holly seguía con el gato en sus brazos.
-Pobre desgraciado -dijo, haciéndole cosquillas en la cabeza-, pobre desgraciado que ni siquiera tiene nombre. Es un poco fastidioso eso de que no tenga nombre. Pero no tengo ningún derecho a ponérselo: tendrá que esperar a ser el gato de alguien. Nos encontramos un día junto al río, pero ninguno de los dos le pertenece al otro. Él es independiente, y yo también. No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en el suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene. -Sonrió y dejó caer el gato al suelo-. Es como Tiffany´s -dijo-. Y no creas que me muero por las joyas. Los diamantes sí. Pero llevar diamantes sin haber cumplido los cuarenta es una horterada; y entonces todavía resulta peligroso. Sólo quedan bien cuando los llevan mujeres verdaderamente viejas (...). He comprobado que lo que mejor me sienta es tomar un taxi e ir a Tiffany's. Me calma de golpe, ese silencio, esa atmósfera tan arrogante; en un sitio así no podría ocurrirte nada malo, sería imposible, en medio de todos esos hombres con los trajes tan elegantes, y ese encantador aroma a plata y a billetero de cocodrilo. Si encontrase un lugar de la vida real en donde me sintiera como me siento en Tiffany's, me compraría unos cuantos muebles y le pondría nombre al gato".
El escritor norteamericano Truman Capote nos transporta en esta maravillosa novela corta a un edificio en el Upper East Side de Manhattan. Allí nos presenta a una peculiar inquilina, Holly Golightly, sin otro oficio que el de dama de compañía de los más adinerados caballeros.
El escritor norteamericano Truman Capote nos transporta en esta maravillosa novela corta a un edificio en el Upper East Side de Manhattan. Allí nos presenta a una peculiar inquilina, Holly Golightly, sin otro oficio que el de dama de compañía de los más adinerados caballeros.
Bajo la apariencia de una mujer independiente, frívola, ambiciosa e ingenua, se esconde un ser profundo, inseguro y vulnerable. Aunque huye de un pasado humilde y aspira ansiosamente a un futuro acomodado y fastuoso, se siente incapaz de soportar su presente provisional, la sensación de vacío, su soledad.
Holly enamora no tanto por su glamour aprendido y postizo, como por su espíritu rebelde e indefenso. Sólo es necesario rascar un poco para descubrir a una niña temerosa de sus propios pensamientos; una "viajera" incapaz de enfrentarse a sus miedos y que intenta esconderse tras una máscara caprichosa y deslenguada.
Con estos rasgos, no es extraño que Holly Golightly sea, quizás, el personaje más complejo y seductor creado por Capote. No deja de ser una prostituta selectiva y soñadora que se engaña a sí misma al pensar que usando a los hombres logrará ser libre. Recela de cualquier atadura; odia las jaulas y los lazos. Pero, paradójicamente, la inconsciencia de sus actos le irán atrapando progresivamente. Una curiosidad: se dice que el autor se inspiró en la actriz Marilyn Monroe para crear a Holly.
Si a una protagonista magnética y carismática le sumamos unos personajes secundarios consistentes, unos diálogos ingeniosos y precisos, un ritmo ligero y unas dosis justas de intriga, el resultado es un relato provocativo, divertido y emocionante, mucho más profundo de lo que puede parecer.
Por cierto, la edición de Anagrama incluye otros tres relatos de Capote (Una casa de flores, Una guitarra de diamantes y Un recuerdo navideño), igualmente recomendables.
Todos necesitamos encontrar un refugio, se llame Tiffany's o de cualquier otro modo. No es fácil, pero no nos queda otra. Por tanto, recomiendo esta historia a quienes se sientan perdidos en algún momento de sus vidas. Al fin y al cabo, somos humanos.
Holly enamora no tanto por su glamour aprendido y postizo, como por su espíritu rebelde e indefenso. Sólo es necesario rascar un poco para descubrir a una niña temerosa de sus propios pensamientos; una "viajera" incapaz de enfrentarse a sus miedos y que intenta esconderse tras una máscara caprichosa y deslenguada.
Con estos rasgos, no es extraño que Holly Golightly sea, quizás, el personaje más complejo y seductor creado por Capote. No deja de ser una prostituta selectiva y soñadora que se engaña a sí misma al pensar que usando a los hombres logrará ser libre. Recela de cualquier atadura; odia las jaulas y los lazos. Pero, paradójicamente, la inconsciencia de sus actos le irán atrapando progresivamente. Una curiosidad: se dice que el autor se inspiró en la actriz Marilyn Monroe para crear a Holly.
Si a una protagonista magnética y carismática le sumamos unos personajes secundarios consistentes, unos diálogos ingeniosos y precisos, un ritmo ligero y unas dosis justas de intriga, el resultado es un relato provocativo, divertido y emocionante, mucho más profundo de lo que puede parecer.
Por cierto, la edición de Anagrama incluye otros tres relatos de Capote (Una casa de flores, Una guitarra de diamantes y Un recuerdo navideño), igualmente recomendables.
Todos necesitamos encontrar un refugio, se llame Tiffany's o de cualquier otro modo. No es fácil, pero no nos queda otra. Por tanto, recomiendo esta historia a quienes se sientan perdidos en algún momento de sus vidas. Al fin y al cabo, somos humanos.
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