domingo, 28 de marzo de 2010

EL PEQUEÑO CLUB DE LAS PALABRAS CURIOSAS (III)

La tercera entrega de este particular club está dedicada a las palabras compuestas, que son aquellas formadas, a su vez, por dos o más palabras. Algunas se escriben juntas, como pelirrojo o abrelatas; otras, en cambio, separadas. Es el caso de arco iris. Curiosamente, estos últimos vocablos no aparecen en el diccionario de la RAE como palabras compuestas. Y os preguntaréis: entonces, ¿por qué están consideradas como tales? Por una razón muy sencilla: porque en plural se comportan como compuestas. Así, arco iris se convierte en "los arco iris".
Siempre me han llamado mucho la atención este tipo de palabras. Las usamos continuamente, muchas veces sin reconocerlas. Especialmente divertidas resultan algunas creadas con intención peyorativa o malintencionada (también compuesta), como correveidile, marisabidilla, aguafiestas, cantamañanas o matasuegras.
Pero a lo que vamos. La primera palabra en "peligro de extinción" que he seleccionado hoy es descuernacabras. En contra de lo que pueda parecer, este término no hace referencia a ningún artilugio empleado para arrancar las astas a esos pobres animales (que bastante tienen ya con el dicho popular y difamatorio "estás como una cabra"). Una pista: pertenece al lenguaje meteorológico. La RAE nos despeja la duda:

"Descuernacabras: Viento frío y recio que sopla de la parte del norte".

Según dicen, se llama así porque, al aparecer en otoño, el campesino tenía que dejar merendar, por oscurecer más temprano y anticiparse la cena. Espero que os haya gustado la selección.
Es sinónimo del más cruel si cabe matacabras. Supongo que se trata de un viento tan fuerte que es capaz de llevarse por delante a todos los animales de la pradera juntos.
Ahora una palabra un tanto gamberra que dibujará una sonrisa en las mentes más calenturientas: rabicorto. ¿Tenía o no razón? Pues olvidemos los micropenes (otra), porque la definión es la siguente:

"Rabicorto: Dicho de un animal: Que tiene corto el rabo. / Dicho de una persona: Que, vistiendo faldas o ropas talares, las usa más cortas de lo regular".

En fin... Hoy en día cuando una persona resulta demasiado halagadora con alguien con cierto poder la llamamos pelota o lameculos (otra). Pero la lengua española nos reserva dos sinónimos de lo más singulares:

"Quitamotas: Persona aduladora que anda quitando las motas de la ropa a otra persona".

"Tiralevitas: Pelotillero. Que adula".

Por último, me despido con el nombre de una planta que puede llevar a la confusión e invocar en nuestra mente la imagen de un niño grandullón robándole el bocata a otro. Pero no:

"Quitameriendas: Planta de la familia de las Liliáceas, muy parecida al cólquico, del que se distingue por no estar soldadas entre sí las largas uñas de sus sépalos y pétalos".
 

1 comentario:

Verónica Rodríguez dijo...

Me dejas boquiabierta. Al que tiene poca barba lo llamamos barbilampiño. Y al muñeco que recobra automáticamente la posición vertical, tentetieso.
Muá!