Un año más y, como siempre, con semanas de precampaña cargadas de anuncios de juguetes , cavas y turrones, centros comerciales a rebosar incluso los domingos, alumbrados públicos por doquier, minuciosas revisiones de los últimos 365 días y, en esta ocasión, de la década finiquitada, llega la Navidad. Fechas tristes para muchos, porque los recuerdos y las ausencias se hacen más presentes; días felices para los más pequeños de la casa, que disfrutan con un mundo de fantasía que, cuando crezcan, echarán de menos y recordarán con nostalgia. Momentos más solemnes de celebración para quienes todavía creen, y fiestas sin límites para otros muchos. En cualquier caso, una época especial, el final de un año y el comienzo de otro cargado de buenos deseos para todos. Lo dicho: feliz Navidad.
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