lunes, 23 de noviembre de 2009

MARCAPÁGINAS: EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

Después del buen sabor de boca que me dejó Sin noticias de Gurb, tenía ganas de leer la última novela de Eduardo Mendoza. Sin embargo, aunque original y bien escrita, El asombroso viaje de Pomponio Flato no es tan divertida como la historia de aquel extraterreste de las mil caras. La acción se sitúa en Nazaret, en el siglo I. El protagonista, Pomponio Flato, es un aventurero que recorre el Imperio romano en busca de aguas que aportan poderes y, por azar, se ve empujado a resolver el asesinato de un ilustre vecino. De la mano de este singular investigador, el lector va descubriendo interesantes secretos de los distintos personajes implicados en el crimen. Si algo no se le puede negar a Mendoza es que posee una portentosa imaginación, como ha demostrado a lo largo de su extensa producción literaria. En esta ocasión, se atreve a dibujar un relato detectivesco en torno a la infancia de Jesucristo. Y a pesar de que la estrategia resulta un poco forzada, construye un relato atractivo, ameno e insólito. Para fans de Eduardo Mendoza y amantes de los viajes no organizados.
 
"Que los dioses te guarden, Fabio, de esta plaga, pues de todas las formas de purificar el cuerpo que el hado nos envía, la diarrea es la más pertinaz y diligente. A menudo he debido sufrirla, como ocurre a quien, como yo, se adentra en los más remotos rincones del Imperio e incluso allende sus fronteras en busca del saber y la certeza. Pues es el caso que habiendo llegado a mis manos un papiro supuestamente hallado en una tumba etrusca, aunque procedente, según afirmaba quien me lo vendió, de un país más lejano, leí en él noticia de un arroyo cuyas aguas proporcionaban la sabiduría a quien las bebe, así como ciertos datos que me permitieron barruntar su ubicación. De modo que emprendí viaje y hace ya dos años que ando probando todas las aguas que encuentro sin más resultado, Fabio, que el creciente menoscabo de mi salud, por cuanto la afección antes citada ha sido durante este periplo mi compañera más constante y también, por Hércules, la más conspicua".

1 comentario:

Rebeca Gonzalo dijo...

Tu crítica sobre el libro me parece formidable, muy completa y profesional. Yo no quise añadir lo de Jesucristo, para no desvelar el misterio que encierran las páginas del libro y que sea el propio lector el que lo disfrute. Un abrazo.