Hermosa novela escrita por Carmen Martín Gaite en la década de los 50, que describe la hipocresía social y la doble moral en una pequeña capital de provincias. Cada actuación pública, el amor, el arte e incluso la muerte se ven escrutados continuamente por espectadores incansables, defensores de las buenas costumbres y las ideas más retrógradas.En contra de lo que pueda parecer, no hay ni una sola referencia a la dictadura franquista en todo el relato. Y eso es lo que lo convierte en especial. No indaga en el conservadurismo político (cosa imposible en aquel momento, por otra parte). Habla de pasiones sumergidas, de sueños intangibles, de angustias y frustaciones, del infortunio de una juventud condenada a ver pasar la vida entre visillos. El machismo retratado por la pluma de una autora valiente, crítica y anhelosa de libertad.
Para aquellos que todavía piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor...
"Solamente uno que vive aquí metido puede llegar a resignarse con las cosas que pasan aquí, y hasta puede llegar a creer que vive y que respira. ¡Pero yo no! Yo me ahogo, yo no me resigno, yo me desespero".
1 comentario:
pero bueno, que intelectual eres. Yo todavia estoy con tu trilogía, a ver si me dura hasta que vuelvas de Argentina. 1besito. Noe
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